viernes, 25 de noviembre de 2011

La mujer, símbolo de unión, fuerza y desarrollo

Hoy es uno de esos tantos días, y en que vienen a mi mente imágenes que me hacen recordar lo grandes que fueron mis abuelas.
Esposas, amas de casa, mujeres trabajadoras, con familias de cinco a ocho hijos; creyeron siempre en la familia, en la formación de valores, el criar hijos e hijas sanas.
Pero tampoco estuvieron, lejos de luchar todavía con la cultura y valores de la sociedad, en la que el hombre, cabeza de hogar, debía tomar las decisiones y tenía mayores derechos de libertad.
Vienen a mi mente, su voces, quienes con el recorrer de los años y su experiencia, me recordaban la importancia de ser independientes, lograr una preparación y hacerle frente a la vida. El no temer a buscar una posición en esta sociedad, a ser respetada y valorada, por el hecho de representar a  un ser humano con obligaciones y responsabilidades.
Y eso es precisamente lo que no podemos olvidar: Somos seres humanos con derechos y obligaciones, con cualidades y defectos, con grandes retos y responsabilidades.  Por ello, tenemos un valor igualmente importante.
Esos son los valores que debemos formar en nuestros hijos e hijas; el respeto, el trabajo duro, la responsabilidad social, la honestidad, porque solo de esa forma se logra fortalecer la dignidad y el espíritu.
Si no queremos más violencia, debemos fomentar dichos valores para  aprender amarnos y respetarnos y decir no al maltrato; no importa el tipo.
Este 25 de noviembre unamos nuestras voces y digamos una vez mas: NO al maltrato, no a la violencia contra la mujer.
Por miles de Cristinas que sufren el maltrato; algunas de ellas ya no están entre nosotras. Y por mis abuelas y nuestros ancestros que han sido ejemplo y guía de mujeres fuertes y luchadoras.

martes, 4 de octubre de 2011

Cristina Siekavizza, el dolor de una familia









“Seguiremos luchando, no descansaremos hasta encontrarlos”, es una de las frases que constantemente pronuncia la madre de Cristina. Una mujer, con ojos cansados de llorar, pero con una actitud férrea, decidida, y con grandes esperanzas por encontrar a sus seres queridos.
La familia Siekavizza se vio convulsionada un 7 de julio cuando su yerno, Roberto Barreda, les informa que Cristina no regresa a casa, y que posiblemente fue secuestrada. Es así como inicia una historia oscura y confusa, sin imaginar que el mismo esposo de la joven madre, se convertiría en el principal sospecho de esta desaparición.
Cristina graduada de la Universidad Francisco Marroquín, campeona de natación, es una mujer más, que incrementa los índices de nuestro país de victimas por violencia intrafamiliar.

Mientras, Roberto Barreda de León, según familiares y amigos cercanos, es una persona misógina, violenta, con aires de superioridad.  Tuvo problemas con vecinos del condominio Los Manantiales, donde residían. Incluso algunos de ellos, que prefieren el anonimato, comentan, la forma agresiva en que trataba a Cristina.
No platicaremos mas, de la forma en que desapareció Cristina; pero si los indicios encontrados en su casa.
Cristina Siekavizza, desaparece el 7 de julio de su residencia, sin que hasta el momento se conozca de su paradero, y ante esta situación debe agregarse que  fiscales del Ministerio Público no han dado con el paradero del esposo Roberto Barreda quien tiene arraigo, así como  sus dos hijos, María Mercedes y Roberto José.
Los resultados de la prueba de Luminol fueron contundentes: se encontraron rastros de sangre en uno de los cuartos.
Una vez más, aparece en escena, la participación del Ministerio Público, ya que
supuestamente éste había montado un operativo de vigilancia permanente a Roberto, esposo de Cristina, y los niños, “pero por arte de magia” como ya es costumbre en varios casos que tiene a su cargo esta institución, se les desaparecieron en las narices. Norma Cruz, Directora de Fundación Sobrevivientes, señala que el MP había evadido también otras diligencias: no efectuaron operativos de búsqueda en los lugares donde Barreda estuvo un día después de la desaparición de su esposa. Las ubicaciones fueron proporcionadas al MP por la empresa donde laboraba Barreda, pues el sospechoso utilizaba  un vehículo de dicha empresa con dispositivo GPS.
¿Y qué papel juegan los padres de Barreda?
Beatriz de León Reyes, ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y madre de Roberto Barreda, se señalada como factor importante para localizar el paradero de Cristina Siekavizza y sus 2 hijos Roberto José y María Mercedes, de 7 y 4 años.
Según la Fiscalía contra el Crimen Organizado, De León conoce el lugar donde se encuentra su hijo, a quien se sindica como responsable de la desaparición de Siekavizza.
El MP solicitó  al Juzgado Décimo que girara orden de  captura contra De León, por encubrimiento propio y obstrucción a la justicia. Sin embargo, Walter Villatoro, titular de dicha judicatura, denegó la solicitud del ente acusador, con el argumento de que no se presentó ningún indicio razonable para decretar la aprehensión.
Según Villatoro, el no solicitar la captura de Roberto Barreda durante los primeros días después de que desapareció Siekavizza es signo de ineficiencia. También indicó que la  Procuraduría General de la Nación (PGN) no rescató a los niños, cuando por simple lógica era el primer paso a realizar.
Esta maraña de situaciones nos da la impresión de que en nuestro sistema de justicia y de seguridad continua imperando el tráfico de influencias, corrupción y compadrazgos.
Ojalá, el nuevo gobierno cumpla los ofrecimientos de campaña, los dos candidatos llevan como vicepresidenta a una mujer, y no se les olvide las verdaderas necesidades de las y los guatemaltecos;  que no prime como siempre,  los interés personales, de grupo o de partido.

Por el verdadero respeto a la vida
Licda. Elsie Sierra